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1 de mayo de 2010

OH CAPITÁN, MI CAPITÁN

El pasado sábado, Raúl González Blanco, marcó el que dicen que posiblemente sea su último gol con la camiseta madridista. En un nuevo alarde de profesionalidad y del carácter ganador del que siempre ha hecho gala, metió el primer gol de su equipo lesionado y de inmediato tuvo que retirarse con ostensibles gestos de dolor.
Un nuevo debate en el que el 7 es protagonista, se ha originado en los mentideros futbolísticos, a raíz de conocer el alcance de la lesión, que le va a tener alejado de los terrenos de juego un mínimo de cuatro semanas, restando tan solo cuatro partidos de liga por disputar. Los hay partidarios de que el delantero debe aprovechar la ocasión para retirarse y dejar paso a savia nueva y los pro-raulistas de toda la vida que defienden su permanencia en el equipo como mínimo durante el año que le queda de contrato.
Soy de la opinión de que prescindir de un jugador como él, el gran capitán del equipo, que representa fielmente los valores del madridismo, es un lujo que no debería permitirse el Real Madrid. Raúl se ha ganado el respeto y la admiración de todos, además del derecho a decidir cuándo y cómo se quiere ir.
Deportivamente le avala su apabullante palmarés, posee grandes números con la selección española, (hubiera podido engordar sus estadísticas hasta límites insospechados de haber contado para los dos últimos seleccionadores), lo ha ganado todo con el club blanco: Ligas, Champions, Copas Intercontinentales, Supercopa de Europa, Supercopas de España, ha sido pichichi de la liga española, máximo goleador en activo de la 1ª división española, es el mayor goleador de la historia de las competiciones europeas…
Todo un caballero, respetuoso con el rival, comedido y educado en sus declaraciones, ejerciendo de capitán impecablemente durante toda su carrera…. Siempre en el ojo del huracán, blanco de innumerables críticas y debates futbolísticos, sobre su participación o no en la selección, si estaba acabado o no para el Real Madrid o si él influía demasiado en el club en materia de fichajes (entradas y salidas de ciertos jugadores)…ha sabido manejar como nadie la presión a la que ha sido sometido y ha terminado callando a todos, en el campo con su profesionalidad y su saber hacer.
  En todos estos años Raúl ha brindado imágenes que quedarán siempre en mi retina como el gesto haciendo callar al Nou Camp, la forma de celebrar los goles besándose el anillo para dedicárselos a su esposa, o en alguna ocasión, en los últimos años señalándose el dorsal en la espalda cuando ha querido reivindicarse ante el eterno debate de su valía o no para la selección. Siempre recordaré sus vaselinas y su magnífico y decisivo gol de la Intercontinental contra el Vasco de Gama.
Sus números son incontestables y su comportamiento es público y notorio para todo el mundo, pero lo que me ha llamado poderosamente la atención este último año, es su manera de encajar la suplencia y su nuevo rol en el equipo. Un hombre que lo ha sido todo en el mundo del fútbol y que podría ser considerado como el jugador español más importante de la historia, asume con naturalidad una situación que muchas estrellas no sabrían soportar. A sus casi 33 años y después de 16 años en el primer equipo, sigue entrenando con la misma ilusión de un chaval y un amor propio a prueba de bombas, que le hace correr como el que más, luchar por cada balón como si fuera el último que fuera a disputar, como si le fuera la vida en ello. Cuando está en el campo, contagia al equipo, ordena, dirige, anima desde el banquillo de la suplencia o desde el césped.
Siempre tendrá su sitio en el club blanco, cerca de los jugadores, aprovechando su experiencia, su carisma, el Madrid perderá un jugador irrepetible, pero ganará un futuro entrenador espléndido. No concibo el fútbol sin Raúl, ni al Real Madrid sin su capitán, oh Capitán, mi Capitán.

3 comentarios:

  1. ¡Guau!! Me ha encantado esta entrada y la evocación a "El club de los poetas muertos".
    Me quito el sombrero ante ti y ante "tu capitán".
    Un beso

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  2. estoy de acuerdo, no se puede tratar asi a una persona que le ha dado tanto a ese club. y que le sigue dando...

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  3. El Real Madrid en este sentido ha actuado bien, por lo menos ha mostrado su intención de que el jugador cumpla el resto de contrato que le queda

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