Tras dos días de gran incertidumbre y nerviosismo por la injusta y atroz huelga de controladores aéreos españoles, logramos salir del aeropuerto de Alicante rumbo a la capital europea de la moda, Milán.
Con todos los medios de transporte funcionando a la perfección, llegamos al hotel, descansamos unos minutos y nos dispusimos a tener la primera toma de contacto con la ciudad para, a la vez que te familiarizas con los transportes, tener una primera visión de conjunto del centro histórico.
No tardaría en llegar la primera sensación fuerte del viaje: enfrentarnos a la majestuosa figura del Duomo a la salida de la boca del metro, sin duda esta impresionante presencia es algo que marcará nuestra estancia. Es complicado poder explicar con exactitud la sensación experimentada al contemplarlo por primera vez, quedas aturdido por una mezcla de sentimientos: sorpresa, emoción, admiración…
Apenas sin haberte repuesto giras la cabeza hacia la izquierda y te encuentras con las imponentes Galerías Vittorio Emanuele convenientemente engalanadas para la ocasión y atestadas de gente. Ríos de turistas se entremezclan con elegantes ciudadanos milaneses, a los lados, las inalcanzables tiendas de famosas marcas, auténticos museos de la moda, salpicados por terrazas de restaurantes de élite. Toda la galería es una obra de arte en sí, mosaicos en el suelo, vidrieras y pinturas en el techo…. No tienes más que dejarte llevar por la muchedumbre y contemplar todo sin perder ni un solo detalle, aun a riesgo de que tus sentidos queden saturados por el aluvión de información. No te preocupes, pasarás por allí varias veces a lo largo de tu estancia en Milán...
Sin que el tiempo apremie aprovechamos para dar un relajado paseo por las calles de alrededor hasta descubrir la Plaza Mercanti, histórico escenario donde se muestran las bondades culinarias de la zona en estas fechas, además de bellos adornos navideños.
Antes de recogernos asistimos bajo la lluvia a un curioso espectáculo de luces y sonido frente al Castello Sforzesco, otro de los lugares emblemáticos de la ciudad.
Día 2:
MUSEO POLDI PEZZOLI.
Sobre las 10 de la mañana comenzamos en el Museo Poldi Pezzoli una jornada que iba a ir marcada por los horarios de los museos de la oferta antes mencionada: Poldi Pezzoli-Scala-Palacio Real.
Allí pudimos ver una exposición dedicada al artista Botticelli, además de numerosas obras de arte, relojes y curiosos enseres de la época.
El famoso teatro de la Scala de Milán defrauda un poco cuando lo contemplas desde el exterior, se trata de una fachada de un edificio sin más, que no deja adivinar la impresionante belleza del interior.
En nuestra visita al museo, donde vimos el hall, trajes, retratos de los principales artistas que han pasado por la Scala y carteles conmemorativos, tuvimos la oportunidad de recrearnos con unas maravillosas vistas del teatro desde uno de sus palcos mientras se preparaba todo hasta el último detalle para la inauguración de la temporada justo al día siguiente (7 de diciembre, festividad de San Ambrosio en Milán).
GALERIAS VITTORIO EMANUELE.
Nadie se puede cansar de cruzar por estas Galerías, hacerlo es siempre una agradable experiencia.
DUOMO.
A la salida de las Galerías, impasible, nos aguardaba otra vez el Duomo, esa inmensa obra de arte de mármol con su infinidad de agujas desafiando el grisáceo cielo milanés. Entramos deseosos de observar su interior, para luego afrontar el que para mí ha sido el "momento" del viaje: la visita a las terrazas del Duomo. Tras pasar un fuerte control de seguridad subes acompañado en un ascensor para poder acceder a las terrazas en las que pasas de alguna manera a estar integrado en la obra de arte, entremezclado entre sus agujas y estatuas, caminando sobre las placas de hielo formadas en el suelo.
El vídeo que os dejo a continuación no consigue reflejar ni la mitad de sensaciones que se pueden experimentar viviendo la secuencia en directo.
PALACIO REAL.
Muestra Dalí
A los amantes del arte y a todo aquel que le apetezca sumergirse en el apasionante mundo surrealista del artista catalán, está dirigida esta muestra dividida en cuatro secciones que recorren la vida artística del genial pintor. Esperamos bajo la lluvia cerca de una hora para poder entrar, pero la exposición no nos defraudó.
Película "Destino" colaboración de Dalí con Disney que pudimos disfrutar en una de las salas de la muestra
Voy apuntando por si viajo allí algun dia...
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