EL FINAL DE LOST, POESÍA PURA

Si queríamos una serie al uso esta no era nuestra serie, hace tiempo que lo aceptamos y si nos encontramos debatiendo sobre ella o leyendo esta entrada es que afortunadamente conseguimos llegar al final, sobrevivimos a todos los altibajos, vaivenes, todos los vuelcos de la trama, los cabos sin atar, los complicados elementos narrativos y por lo tanto hemos asumido que Lost es así, que este es su encanto, que no conforma una historia lineal, con un principio, un desarrollo y un final totalmente marcados y definidos, es mucho más que eso. Perdidos hay que verlo con perspectiva, con una mente abierta.

El final podrá gustar más o menos, entiendo perfectamente que a muchos les haya decepcionado, pero la serie ha sido fiel a sí misma, a sus principios, a su estilo, a su esencia. No podía cerrarse de otra manera.

Lost podrá tener más o menos adeptos, haber logrado gustar o no, podrá haber decepcionado su conclusión, pero es “Lost”, nunca habrá una serie así, ha construido su propia e inquebrantable identidad

Este episodio ha sido trepidante, emotivo, completísimo, genial, ha sido Lost en esencia pura, no lo esperaba de otra manera, las sensaciones que me ha dejado al acabar la serie, son las mismas que he tenido al acabar todos y cada uno de los capítulos, por una parte una gran satisfacción por haber visto un producto de una calidad impresionante, que me ha hecho  pensar, que ha conseguido emocionarme, pero que a su vez me deja una inquietud por saber más, por querer más. Ha tenido un final abierto a múltiples interpretaciones, que alimenta todo tipo de debates y que de algún modo lo vamos construyendo entre todos. He de reconocer que cuando ha terminado he necesitado de un buen rato para digerirlo, para formar en mi mente una idea, para compartirlo y para empaparme de la opinión de los demás. Porque Lost no es de sus creadores, esta serie es propiedad de cada uno de nosotros, entre todos la compartimos, formamos una idea, atamos cabos y construimos un final.

Me niego a pensar que los personajes murieron en el accidente, me niego a que haya sido todo una ensoñación, que la isla haya constituido un purgatorio (más bien lo ha constituido la realidad alternativa de la última temporada), todo ha sido real, ya lo dice el Sr. Sephard, todo lo han vivido y esa experiencia ha sido lo más importante de sus vidas. Más tarde o más temprano han llegado a reunirse, a todos nos llega la hora, todo ha servido para algo, aquí no hay engaño ni tomadura de pelo, por lo menos para mí, de mí no se han reído, me niego.

Qué importa el nombre que tenga el Humo Negro, ni cuál sea el origen de la misteriosa  señora que adoptó a los hermanos, ni qué hacía la estatua allí....

Me quedo con el perdón de Locke a Ben, el beso de Jack y Kate, con el agradecimiento de Locke a Jack, con todos y cada uno de los tremendamente emocionantes reencuentros de este último capítulo, con el papel importante que por fin asume Hugo y con la oportunidad que finalmente le brinda la isla a Ben. Me quedo con todos y cada uno de sus personajes, todos me han aportado algo.

La metáfora del nombre de la serie es maravillosa, "Perdidos", como estaban sus personajes, como nos hemos encontrado los seguidores a lo largo de este sensacional recorrido, pero el final es feliz, todos acaban con una sonrisa y una sensación de bienestar por haberse "encontrado". Esa es la sensación que nos debe quedar a nosotros.

El final de la serie de televisión ha llegado, pero Lost pervivirá para siempre en todos sus fans, a mi nadie me podrá arrebatar esta experiencia, he sido un privilegiado, me siento agradecido.

Funcionó.

Elegida por vosotros como mejor entrada del mes de Mayo en Confesiones de Un Pensador Compulsivo.