PERDIDO POR LOST

Por fin me he atrevido a escribir sobre la serie de las series por excelencia. Hasta el momento no lo había hecho, en parte porque sigo sin entender mucho de ese encantador galimatías que es su argumento y sobre todo porque sentía verdadero pánico de no estar a la altura de un producto de una calidad desmesurada.

Y lo hago ahora, cuando se aproxima el final, nunca es tarde. Me está costando horrores recomponer mi mente para que salga algo coherente y reprimir mis emociones para ordenar la vorágine de sentimientos que provoca en mí esta serie.

No soy amigo de series que se prolongan excesivamente en el tiempo, agradezco que acaben cuando tienen que acabar, la propia historia se debe encargar de dictar sentencia, no las audiencias. Reconozco que hace varias temporadas, cuando se sabía que iba a haber una sexta, pensé que el camino se me iba a hacer demasiado largo y deseaba ardientemente que llegara a su fin. Pero ahora que se aproxima, siento una profunda tristeza.

Ha llegado el momento, la historia toca a su fin, Lost se acaba, en unos días veremos el último capítulo (doble) de la mejor serie de la historia de la televisión. Una serie que ha marcado un antes y un después en su género. Una serie que no ha tenido espectaculares audiencias televisivas, pero que tiene a medio mundo enganchado. Muchos se han quedado en el camino, devorados por los constantes vuelcos argumentales, o porque sus mentes han dicho “basta”. Precisamente lo que me ha enganchado hasta límites insospechados es eso, el no saber qué está pasando realmente, el tener que poner los 5 sentidos (y alguno más) en cada capítulo para que no se me escapara ningún detalle, el verme obligado a meterme en foros y blogs, tras cada episodio para intentar disipar mis dudas o sumar todavía algunas más, el observar aliviado que muchos losties estaban pasando por lo que yo… Nunca una serie me había generado esa necesidad imperiosa de compartir con otros seguidores mis puntos de vista, mis teorías, mis sensaciones…Ese es el auténtico encanto de Perdidos, el que me hizo entrar de lleno en un universo del que es difícil salir, y ahora, de repente, nos van a hacer abandonar.

Cuando el domingo escuche por última vez eso de: “Previously on Lost”, sentiré que estaré perdiendo una parte de mí, que me estarán arrancando una parte de los últimos seis años de mi vida, me quedará un vacío imposible de llenar.

Es posible que hasta se escape alguna lágrima de mis atónitos ojos, al sentir que esto se acaba, que ya no volveré a ver esa isla, ese maldito y encantador trozo de tierra que ha sido como mi segunda casa. Ya no habrá más humo negro, ni más Dharma, diremos adiós a esos fascinantes elementos narrativos: flashbacks, flasforwards o flashsideways... No podré hacer más tertulias con Juani, Chemi y Laure, intentando hallar un resquicio por donde “meterle mano” a la trama.

Lost ha constituido un cúmulo de sensaciones, de estados de ánimo: esperanza, desesperación, amor, odio, compañerismo, traición, el bien y el mal, el blanco y el negro…

Echaré de menos tu chulería y tu sarcasmo Sawyer, tu cinismo e inquietante mirada Ben, tu sentido del humor y forma de ver las cosas Hugo, tu responsabilidad y tus ganas de echarte la vida a tus espaldas Jack, tu aspecto de dulce chica dura Kate, tu ansia de creer, de agarrarte a algo Locke, en fin, podría pasarme así horas agradeciendo a cada personaje, por muy secundario que haya sido, el haber hecho de esta serie algo creíble por muy increíble que sea su argumento.

Las expectativas generadas por el tan esperado desenlace son tales, que seguramente nos decepcione un poco a todos, pero da igual si todo ha sido un sueño, da igual si el final es triste o no…habremos sido privilegiados testigos de una obra de arte sin precedentes…

Hasta siempre Lost,