(Capítulo Único: De cómo la gente pierde la cabeza con Dani Martín en un hormiguero)
“Érase una vez un país no muy lejano, en el que todo rebosaba tolerancia y modernidad, incluso se decía que era pionero en temas como el de los matrimonios homosexuales…, muy cercano a él existía un mundo habitado por un pequeño ser pelirrojo que vivía con dos mascotas de peluche y en el que diariamente invitaban a un personaje famoso de esas tierras cercanas. Durante su estancia todo eran parabienes y halagos para el forastero, e incluso se le gastaban pequeñas bromas muy simpáticas que hacían felices a los habitantes de ese pequeño reino. Hasta que un desafortunado día, un juglar muy querido por todos fue protagonista de una de esas chanzas que enojó a las masas sobremanera…..”
Así podría empezar nuestro cuento, aunque no me atrevería a continuarlo por si alguien de ese pequeño país se me enojara….
A veces se producen situaciones en las que los habitantes de ese sitio me decepcionan un tanto. Sin ir más lejos, ayer fue una de esas veces.
La verdad es que la sociedad en la que intentamos vivir me tiene desconcertado; igual nos erigimos en el adalid del mundo moderno, que, de pronto, nos rasgamos las vestiduras por auténticas memeces y sacamos de quicio todo aquello que se nos antoja. Y es que ultimamente se ha originado una absurda polémica alentada, cómo no, por nuestras redes sociales que, cuando se lo proponen, arrasan todo lo que tocan.
Resulta que el otro día en el programa de televisión ahora de Antena3, El Hormiguero 3.0, en el que se suele contar a diario con un invitado famoso al que someten a alguna prueba divertida, se les ocurrió hacer a Dani Martín partícipe de un truco de magia en el que era “supuestamente” decapitado por una guillotina. Inmediatamente bajaron las cámaras al suelo y entre algún grito y el desconcierto general decidieron pasar a publicidad, tras la que apareció el conductor del programa con la cara un poco desencajada argumentando que habían tenido un problema y que se despedían hasta el día siguiente en el que explicarían qué había pasado realmente.
Aparte de Dani Martín, más de uno perdió la cabeza con esto: las reacciones en las redes sociales no se hicieron esperar. Legiones de histéricos fans del cantante se sumaron a las huestes de padres indignados por la indecente broma macabra que acababan de presenciar sus pobres e indefensos niños, en un aluvión de críticas exacerbadas que comenzaron a inundar todos los portales de internet..
Ayer, rastreando la noticia en diferentes webs, al leer algunos comentarios de atormentados padres, descubrí con estupor que en cada hogar español existía un niño de siete años que había sufrido pesadillas con decapitaciones, sumido en un trauma difícil de superar: sin duda Supernanny tendrá trabajo extra en las próximas fechas… Incluso se alentaba a las masas a no seguir el programa al día siguiente como castigo, y hasta se pidió pagarle con la misma moneda al presentador Pablo Motos al insinuarse que rodarían más cabezas.
La bola se fue haciendo cada vez más grande hasta el punto de que Dani Martín consiguió coronarse con los títulos de 1º trending topic de España y 5º del mundo.
Tal fue la dimensión del escándalo que se montó, que la productora del programa se apresuró a pedir perdón a todos los fans del cantante y por extensión a todo aquel telespectador que se hubiera sentido ofendido por lo ocurrido. Al igual que el propio Dani Martín, que en su twitter tuvo que tranquilizar a sus fans con un inicial “estoy vivo”, para después tener que dar explicaciones de que solamente se trataba de una broma en un programa de humor.
Sin duda nos hallamos ante una genial estrategia de marketing urdida por la cadena, que nos tendió una inofensiva trampa en la que cayó la mayoría, entrando al trapo hasta sus últimas consecuencias.
La jugada salió perfecta, y con las cifras de audiencia conseguidas en el bolsillo, y sobre todo con una gigantesca publicidad gratuita, a Antena3 le fue muy fácil pedir disculpas, y todo el mundo contento.
Así que todos agolpados al día siguiente frente al televisor a ver qué decía el propio programa al respecto, y lo solucionó, como siempre, con una genialidad, invirtiendo tan solo un minuto, los artífices aparecieron cabizbajos pidiendo perdón de una forma simpática, con frases como: “tampoco cantaba tan bien”…, y con la colaboración del propio Dani Martín asomando la cabeza por una caja de madera diciendo que al menos le habían dejado la garganta que era lo que le daba de comer.
Como buen amante de las preguntas retóricas, desde aquí lanzaré unas cuantas al aire (por si acaso me leyera alguno de estos padres “indignados”):
¿Qué hacían sus hijos a las 22:30h de la noche viendo la televisión?
¿Ustedes son los mismos padres que dejan ver a sus niños cosas como “Los Simpsons”, “Padre de Familia” y “Física o Química”? o ¿son los que les compran pistolas de juguete?
¿Cualquier programa en el que aparezcan peluches, es para niños?
¿Por qué su niña a los 7 años es fan de Dani Martín? Yo a su edad me decantaba más por los Payasos de la Tele que por los Rolling Stones…
...Y a los adultos que se creyeron el tema de la decapitación, decirles que ¡¡¡LOS REYES SON LOS PADRES!!!.