La vida puede llegar a ser muy cruel y caprichosa, sobre todo cuando a menudo se empeña en hacer coincidir una serie de momentos o acontecimientos desafortunados de manera consecutiva, lo que solemos denominar “malas rachas”.
Pero a veces, le da por sorprenderte gratamente cuando esas coincidencias juegan a tu favor haciendo que todo salga rodado; así que cuando esos momentos llegan hay que disfrutarlos a tope y guardarlos a buen recaudo en nuestra memoria para poder recordarlos siempre.
En esto me ha hecho reflexionar el estupendo día que pasé en mi reciente cumpleaños.
Para empezar, que el día de tu cumpleaños caiga en sábado ya es un pretexto para hacer un buen plan e intentar pasar un día inmejorable. Así que, como la suerte hay que buscarla, el día estuvo planificado al milímetro, aunque esta planificación surgió de la conjunción de una serie de casualidades.
Todo surgió cuando encontré una de las buenas ofertas que brinda la web del periódico La Verdad, "Oferplan". Se trataba de un magnífico menú degustación en el famoso restaurante murciano "El Churra" por un módico precio.
Anteriormente había oído hablar de otra oferta del Hotel El Churra (frente al restaurante), en concreto la "Escapada Amor", que consistía en:
Alojamiento en Junior suite con bañera de hidromasaje, minibar gratuito, botella de cava en la habitación, libre uso del gimnasio, parking y wifi gratuito, desayuno buffet y posibilidad de tener disponible la habitación el último día hasta las 18h.
Así que no lo dudé e hice coincidir ambas ofertas para ese mismo día.
Aquel día amaneció soleado, el tiempo también se sumó a la fiesta, lo que no es de extrañar en nuestra privilegiada tierra, aunque veníamos de una semana de fiestas de primavera en la que las nubes, el viento y la lluvia habían sido las protagonistas. Por lo que encontrarte con un soleado y caluroso tiempo primaveral animaba a aventurar que iba a ser un gran día.
La estancia en el hotel fue de 10. Muy buenas instalaciones, trato agradable, servicio eficiente, habitación estupenda, bañera de hidromasaje espectacular (para pasarse las horas muertas en ella) y los extras como el parking gratuito junto al hotel, el minibar y la botella de cava... de lujo.
El hotel dispone también de una cafetería con unos precios francamente asequibles, aunque recomendaría disfrutar de las tapas de la ciudad. Para no movernos muy lejos de la zona, elegimos a la hora de comer el Bar "El Tapeo", un bar abierto desde las 10h de la mañana hasta la 1:30h de la noche, en el que disfrutar de tapas, raciones, cócteles... Tiene un funcionamiento similar al de los bares de tapas andaluces, con ofertas de caña+tapa a 2,20€ y por cada tapa extra 1,80€. Un buen sitio para comer bien y barato.
Aunque lo que se trataba era de dejar un hueco para la cena que nos esperaba.
Cuando utilizas este tipo de ofertas para cenar en restaurantes, siempre se tiene cierto reparo porque puedes llegar a pensar que no te van a tratar de igual forma que a los demás clientes o que en algún aspecto la oferta se quede corta. Pero para nada fue así, todo lo contrario, la cena fue superespecial, el servicio atento en todo momento, rápido y eficaz. Una curiosidad a comentar es la música de fondo que tenían en ese salón, que aunque no parecía muy apropiada para una cena íntima, nos encantó cenar disfrutando de la música de los 80 que, en cierto modo, vino que ni pintada para el cumpleaños de un casi cuarentón.
Aquí tenéis el menú, sobran las palabras:
Tomate de Mazarrón relleno de salmón con vinagreta de frutos secos.
Alcachofa en salsa de vino blanco con piñones.
Flan de morcilla de chato con salsa de setas.
Lomo de mújol al limón.
Cabrito segureño a la miel de romero con piñones.
Sorbete de frutas.
Tarta de queso de Jumilla con leche caramelizada.
¿Se puede pedir más?. Pues sí. El cúmulo de casualidades dio lugar a que en ese mismo día se jugara el partido más apasionante que se puede ver en el mundo del fútbol, un Barcelona-Real Madrid en el que ambos equipos se jugaban la liga y que para colmo, como no podía ser de otra manera en este afortunado día, ganó el equipo de mis amores, con permiso por supuesto del Real Murcia.
Como guinda a nuestro redondo "pastel de cumpleaños", al día siguiente dimos cuenta de un buen desayuno en el buffet del hotel, con zumo de naranja "natural de verdad", café "de cafetera", chocolate "casero", embutidos de la tierra, tortitas, churros...
En definitiva, una gran jornada con una magnífica compañía... ¿a quién no le gusta por un día sentirse especial?.