Porque esto no puede estar pasando en realidad, todo se lo ha tenido que inventar alguien. Eso sí, alguien con una mente retorcida y genial propia de un guión de Woody Allen. El cúmulo de despropósitos Reales debe formar parte de una cortina de humo “pepero” para distraer la atención mientras siguen desvalijando sin pudor alguno el viejo y ya añorado Estado del Bienestar. “Subamos impuestos sin cesar, asfixiemos a los pocos privilegiados que han quedado con trabajo, concedamos la amnistía a los Ladrones a gran escala de este país, carguémonos de paso la educación y la sanidad”… parecen pensar afilando sus puntiagudas tijeras, mientras “éstos se entretienen con las andanzas del Gggey y los suyos".
Por supuesto los cómicos y demás desocupados de este país han encontrado un filón inagotable en la familia Real, son innumerables los correos electrónicos, chistes (algunos muy buenos) y demás chanzas referidas a esta familia que nos sale más cara que un hijo tonto. Si hasta Buenafuente en su esperado reestreno en Antena3 recurrió (genialmente como siempre) al filón Real haciendo aparecer a Froilán con su escopeta entre el público y en diversas alusiones en sus monólogos.
Cuentan que Telecinco ya prepara un reality con nombre: "Borbones, ladrones y viceversa".
Mención aparte merece el “tito Urdanga” que, lejos de contentarse con dar el braguetazo del siglo, ha cambiado el deporte del balonmano por el deporte más practicado en este país ROBAR. Todo ello presuntamente, claro. Por cierto, me encanta la utilización del término “Presunto”, no solo a mí sino a todos los tertulianos y periodistas de España, porque te permite decirle a alguien todas las barbaridades que se te pasen por la cabeza sin problema alguno añadiendo “Presunto” al principio de la frase. Yo mismo lo utilizo mucho, y cuando me enfado con alguien le digo: “Tú eres un Presunto….” y añado todos los insultos registrados y sin registrar en nuestra amada lengua. No veas cómo sienta.
El caso es que ha saltado a la palestra el tema de la abdicación del Rey, gracias a, entre otros, periodistas de gran reputación como la señora Mercedes Milá, mundialmente conocida por su riguroso trabajo en el programa referente de la televisión inteligente de este país. Aunque, no sé yo qué credibilidad darle a las palabras de una señora que se dedica a enseñar el culo en los morros del concursante a entrevistar y en el de los millones de personas a las que se les cortó la digestión esa noche…
Otra posible solución la esgrime Pilar Rahola (que el próximo sábado nos “ilustrará” con un cara a cara muy edificante con Alvaro de Marichalar en la cadena de Berlusconi) y no es otra que: “La República”.
La verdad es que soy demasiado joven para opinar de la República y por eso quisiera que me explicara alguien qué diablos es eso. Porque si una República va a ser un mero cambio de ficha: te como el Rey con mi caballo…, pues como que no. No sé a quién le oí decir que la República consistiría en pagarle a una sola persona lo que nos cuestan ahora ocho, pues si es eso no la quiero. Aunque sí aceptaría que la figura del Presidente de la República y la del Presidente del gobierno coincidieran en la misma persona; puestos a ahorrar que chupe la menos gente posible…
Lo peor de todo esto es que entre el Cazador-cazado, el Pistolero despistado, el Presunto y demás ingredientes de esta insípida Familia Infeliz, nuestro gobierno se frota las manos sustituyendo el antiguo “Panem et circenses” (pan y circo), por “El Circo de la Monarquía”.
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