MILLENIUM

Para conmemorar el día del libro, os dejo mi primera entrada sobre mis lecturas.
Reconozco que no soy para nada un lector empedernido, es más, aunque para muchos sea un sacrilegio, leo muy poco. Leo a pequeños impulsos, no tengo paciencia ni constancia y con un libro que sea más o menos extenso puedo estar durante meses. Supongo que a esto habrá contribuido el hecho de que durante mi periodo de formación, casi siempre he leído por obligación y durante los últimos años siempre se ha tratado de leyes y textos farragosos.

Últimamente me dedico más a prensa y blogs. Gracias a estos últimos mi inquietud hacia la lectura ha aumentado, puesto que al estar inmerso en el cuidado de esta criatura que es el pensador compulsivo, me he propuesto enriquecerme siendo testigo de la forma de escribir de los demás.

Si soy sincero, parte de culpa también la tiene Stiegg Larsson. Y es que casi nadie se ha podido resistir a este fenómeno de masas que ha constituido Millenium. Caso curioso dentro de la literatura, en el que el boca a boca primero, y una buena campaña de marketing respaldada por su paso a la gran pantalla después, ha hecho a todo el planeta sumergirse en el atormentado mundo de Lisbeth Salander.

Siempre he considerado que en las trilogías, sobre todo en el cine, hay alguna parte que te decepciona o que te resulta más floja que las demás. Pero no es éste el caso, pues Millenium constituye un "todo" en el que no eres consciente en ningún momento de estar en una "parte" determinada. El ejemplo más claro está en el final del segundo libro, en el que parece que el autor mete un tijeretazo en la historia y te corta la secuencia en el momento álgido, creándote la necesidad imperiosa de correr hacia la librería a comprarte el siguiente.

Sí que hay momentos en alguno de los libros en los que parece que la historia se detiene durante innumerables páginas y resulta un poco denso, (el pormenorizado y extenso árbol genealógico de la familia Vanger en el primer libro, o la detalladísima y compleja explicación sobre la organización de la Sección en el último). Desconozco si esto es reflejo de la ansiedad que produce el querer saber más del interesantísimo argumento o si es por mi nulo hábito en lecturas extensas. Pero no quiero que sirva esto como crítica, ni mucho menos, hacia la excelente narrativa del autor, que te va implicando en la historia para engancharte hasta puntos insospechados, elaborando una complicada y fascinante trama,  además de hacer una magnífica radiografía de los personajes.

Mención aparte merece la protagonista Lisbeth Salander, un personaje oscuro, extraño, retorcido y con una vida atormentada, pero que desde el primer momento despierta simpatías por sus múltiples virtudes, su incansable lucha, haciéndonos cómplices de sus sufrimientos y sus inquietudes.

Tenía mucha expectación por ver cómo se plasmaba este personaje en la gran pantalla, y el resultado me sorprendió positivamente. La hasta ahora desconocida actriz sueca Noomi Rapace, hace todo un alarde de recursos para dar vida a este enrevesado personaje, que lo hace totalmente creíble y fiel a la esencia del libro.

Al tratarse de una historia tan complicada y enredada pudo darme, en algún momento, la sensación a veces de que algunas cuestiones pueden no entenderse completamente si no se ha leído antes el libro, aunque lo  cierto es que las tres películas no desentonan para nada con la calidad de los textos y constituyen una trilogía que merece la pena ver.

Os recuerdo que tenemos un grupo de facebook llamado "Hablemos de cine" al que os podéis unir todos aquellos que os guste el cine y queráis compartir cualquier cosa sobre el séptimo arte.