"En líneas generales estoy contento con el equipo. Han querido ganar el partido todos los jugadores, pero mis críticas sólo aparecen cuando hay gente que no quiere jugar a tope, lo que no ha sido el caso. El Madrid no ha ganado al Murcia porque el portero local ha tenido una buena noche, lo que no quita para que yo me vaya muy contento con el trabajo de mi equipo y mis jugadores. Con esta actitud no tendremos problemas para ganar en el Bernabéu y pasar la eliminatoria"... esta es la reflexión de Jose Mourinho en la rueda de prensa nada más acabar el encuentro.
Todo esto provoca que me plantee algunas cuestiones:
- ¿Actitud?, ¿realmente una entidad todopoderosa como el Real Madrid ante un equipo de Segunda B, se conforma sólo con esto?, la actitud ¿no se le supone a todo equipo?, para eso cobran ¿no? y bastante además. Por cierto, esto me hace recordar el tema de las primas por ganar en el fútbol, algún día reflexionaré sobre ello.
- Sus jugadores, ¿han querido ganar el partido? y ¿por eso hay que estar contentos?. Quisiera saber qué clase de profesionales de la talla de los que estamos hablando no sale a ganar un partido o si por el contrario es lícito salir a perder.
- El Madrid no ha ganado porque el portero local ha tenido una buena noche. Ya, claro. Un club como el Real Madrid no puede supeditar un resultado a la actuación del portero contrario, por muy sobresaliente que ésta fuere, y encima ante un contrario de Segunda B.
- Admite el entrenador portugués que se notó la ausencia de hombres como Xabi y Ozil, cabría recordar en este sentido que el Murcia jugó sin su portero titular y 3 de sus mejores jugadores de medio campo hacia delante Aguilera, Isaac y Chando. Por lo que no es excusa la ausencia de determinados futbolistas en el equipo merengue, detalle que por otra parte es de agradecer por parte de los aficionados, puesto que los blancos se presentaron con una alineación de una gran categoría.
- Todas las amenazas de Mou a sus jugadores han quedado en el olvido, toda esa parafernalia montada durante la semana no ha servido más que para intentar motivar a una plantilla excesivamente acomodada durante los últimos años.
- Todas las amenazas de Mou a sus jugadores han quedado en el olvido, toda esa parafernalia montada durante la semana no ha servido más que para intentar motivar a una plantilla excesivamente acomodada durante los últimos años.
El Real Murcia se mostró como un equipo serio, trabajado, con fuerza y seguridad defensiva, haciendo de la colocación y la concentración sus principales bazas. Este año hay entrenador y esto se nota.
El punto débil que se pudo adivinar ayer, es el que está aflorando en lo que llevamos de temporada: la inocencia arriba, la escasa mordiente en la zona de ataque. Ayer este hecho pudo estar justificado por el enorme desgaste efectuado y en mayor medida por el miedo al peligrosísimo contragolpe madridista, al temor a irse arriba provocado por la falta de confianza.
De no ser por este factor el Murcia habría ganado todos los partidos de su liga al haber materializado una superioridad que ha sido manifiesta sobre todos sus rivales.
Por parte del Madrid destacar su orden, capacidad defensiva y poco más. No gozó de excesivas oportunidades y cuando las tuvo la puntería brilló por su ausencia. Diarra, Granero y Benzemá se empeñaron en demostrar una vez más que no poseen categoría suficiente como para jugar en este Real Madrid. Al francés se le acaba el crédito, excusas como su carácter o su falta de aclimatación, que se esgrimen para maquillar su escaso rendimiento, quedan en evidencia ante la aportación de jugadores recién llegados como Di María u Ozil que han necesitado menos de 2 meses para demostrar su contrastada valía.
Poco se le vio a Cristiano Ronaldo, que entre el naufragio colectivo blanco tiró de orgullo y raza. CR7 cumple todos los estereotipos de "estrella mediática", a los que añade un amor propio y un genio encomiables. Probablemente se gane a pulso la ira del respetable, pero no se puede negar que es un futbolista diferente, un fuera de serie.
El Madrid se enfrentaba a uno de esos partidos "trampa" que irremediablemente se le presentan en cada temporada, uno de esos encuentros en los que se tiene muy poco que ganar y todo que perder, en los que no se le admite fallar pues el descalabro sería descomunal. Anduvo el equipo coqueteando demasiado con el ridículo, a sabiendas de que el partido de vuelta en el Bernabéu será más que suficiente para pasar ronda.
k chidos los del real pero llega al barca y los saca la verdad ya me desepcionaron
ResponderEliminarme gustaria k los jugadores pensaran en la aficion
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