Últimamente estoy descubriendo a un Guardiola desconocido, poco fiel a sí mismo, como una persona que ha traicionado sus propios principios y valores y que ha hecho desmoronarse en un abrir y cerrar de ojos la imagen que me había formado de él durante tanto tiempo.
Pep, que nunca ha hablado de los árbitros, ha cambiado radicalmente su discurso y se ha enfrascado de lleno a criticarlos. Criticando aciertos arbitrales, milimétricos pero aciertos al fin y al cabo…, lamentándose de la permisividad con la dureza exhibida por el Madrid…, insinuando favores de ciertos colegiados por compartir nacionalidad con el entrenador del Real Madrid…
¿Acaso te pueden los nervios?.
Pep, que nunca había entrado en el juego de Mourinho, ahora se muestra desafiante, respondiendo descaradamente a sus provocaciones, cuestionando todas y cada una de sus palabras y molesto porque lo llama “Pep”, optando por toda una osadía: ¡ha pasado a llamar al portugués por su nombre!, y no sólo eso (que por otra parte parece ridículo) sino que se ha atrevido a calificarlo como “el puto amo” o el “puto jefe de esta sala” o a hablar de la “prensa de amigos de Florentino” o a la “central lechera”...
Quién te ha visto y quién te ve… ¿Por qué has entrado al trapo, Pep?
Pep, que no se ha cansado de halagar al rival otras veces, ahora habla de que su equipo sí que juega al fútbol, insinuando que el otro no.
¿Qué te pasa?.
Si bien analizando detenidamente cada una de las declaraciones del catalán, no son de por sí ofensivas y entrarían dentro de la “normalidad” establecida en el mundo del fútbol, sí que resultan cuanto menos chocantes viniendo de un hombre que minuciosamente se ha encargado estos años de forjar una imagen pulcra y a veces excesivamente respetuosa en todos los aspectos.
Aunque tenga todas las excusas del mundo a su favor, (y es que hasta el mas “santo” se altera ante las situaciones más delicadas), a mí particularmente me ha decepcionado un poco.
¿Lo suyo era una pose?, ¿Se le empieza a asomar la goma de la careta?… Sinceramente no lo sé, quizás sea simplemente que es humano.
Lo peor de todo esto es que esta “nueva táctica” y este comportamiento se respira también en su propio club; a un jugador “ejemplar” como Messi (cuya ejemplaridad ha sido construida mediáticamente) ya se le ve haciendo faltas, metido en reyertas como otro más y pegando balonazos al tendido. Otro ejemplo lo tenemos en su presidente que rebosante de orgullo auguraba un hiriente 5-0 en la Copa, o en la campaña publicitaria, consentida por el club, de la “manita”.
Mientras el barcelonismo ha vivido tiempos plácidos, todo ha ido sobre ruedas y el talante y la buena cara ha imperado, a Pep, oír ciertas cosas le resbalaba, lo negativo se omitía, cualquier polémica se esquivaba, no se entraba al trapo de nada, es más, ante la posible descalificación del contrario, se le alababa, y cuando la superioridad deportiva era más manifiesta, se le alababa aun más. Pero en cuanto ha aparecido la más mínima complicación, todo ha cambiado, la táctica, pose o de lo que se trate se ha ido al traste. ¿Merece la pena "cargarse" esa imagen?. Al fin y al cabo sólo ha sido un empate en liga y una meritoria derrota en Copa...
Y en estos ambientes enrarecidos, José Mourinho que se maneja como nadie, está en su salsa, ¿quieres hablar de árbitros?, vamos a hablar de árbitros…. ¿Quieres calentar el ambiente?, bienvenido al club…
El propio Pep, ha admitido que la batalla de los medios la tiene ganada el entrenador portugués, que como buen monstruo mediático que es, los domina a su antojo. Y hasta el mismísimo Johan Cruyff no ha dudado en darle un pequeño toque de atención a su pupilo.
No sabemos deportivamente como acabará la cosa, pero Mou ha conseguido ya una victoria moral en estos primeros asaltos, aparte de la deportiva de la Copa. Y lo que es mejor, ha logrado demostrar la vulnerabilidad de un equipo que se nos antojaba invencible, inabordable.
En este blog, en más de una ocasión he ensalzado la imagen ofrecida por Guardiola y he criticado deportiva y personalmente la actitud de Mourinho. Pero como rectificar es de sabios y aun no compartiendo las “formas” del entrenador del Real Madrid, admito que dan sus frutos, que consigue desquiciar al más pintado y que derrumba mitos.
Hoy por hoy, para mí Pep está perdiendo su esencia. A partir de ahora pondré en cuarentena o me plantearé con ciertas reservas todas sus palabras y comportamientos. Puede ser que se trate de una estrategia, una manera de defender a su institución o lo que se quiera pensar.
Pero para mí todo esto es mérito de Mourinho, personaje listo donde los haya. Que juega con todas las armas (deportivas o no) disponibles a su alcance para lograr sus objetivos.
Lo ha llevado a su terreno, lo ha obligado a descender de las alturas y a ensuciarse la ropa en el fango mediático, donde Mou se mueve como pez en el agua, a las mil maravillas, para conseguir que Pep, sea un poco menos “Guardiola”.