Aquella húmeda noche otoñal, tan típica de esa zona de Italia, cambiaría por completo su vida.
Nadie sabía como ella lo que era sentirse manejada, explotada... Carla malvivía completamente anulada por él, sometida a su voluntad soportando irremediablemente los abusos y la intolerancia a diario.
Nunca pudo hacer nada que le gustara, ni tan siquiera expresarlo, y lo que es peor, siempre estuvo obligada a hacer cosas en contra de su voluntad.
No quería ni oír hablar de él y mucho menos verlo; la manejaba a su antojo, usurpaba continuamente su personalidad imponiéndole sus pensamientos y poniendo en su boca palabras que no eran suyas.
Pero ya no aguantaba más, estaba totalmente decidida, de esa noche no pasaba. No podía permitirse desaprovechar la ocasión que se le había presentado. El momento había llegado, "su momento", el más importante de su vida en el que tomaría una decisión trascendental que le serviría para dar un gran paso adelante.
Ansiaba ser libre, salir de esas cuatro paredes y poder ver la luz del sol, sentir la brisa sobre su rostro, emerger de la absoluta oscuridad a la que estuvo sometida a lo largo de muchos, muchos años.
Allí fuera le esperaba un futuro, incierto, bueno o malo, pero era "suyo", por primera vez decidiría por si misma.
¿Dónde iría?, ¿a qué se dedicaría?.... era consciente de que sería enormemente complicado y es que ella no sabía hacer nada más, siempre se había dedicado a lo mismo, además siempre le habían dictado lo que tenía que hacer y decir, nunca hacía nada por su propia voluntad. La dependencia de él era infinita.
Esa noche se encontraba muy nerviosa y un tanto desconcertada, como perdida... Pero no había vuelta atrás, la decisión estaba tomada. La suerte está echada (pensó)...
Alargó uno de sus famélicos brazos hasta lograr alcanzar unas tijeras que por descuido él había dejado dentro del baúl y con gran dificultad fue cortando uno por uno los hilos que surgían de su cabeza, cuerpo, pies y manos.
Después miró por última vez esas malditas "cuatro paredes" que se habían convertido en su hogar durante tanto tiempo. Pero era hora de mirar hacia delante.
Carla por fin era libre...
Creo que nosotros no podemos hacer nada por ellas.
ResponderEliminarEllas son la que no tienen que someterse a ninguna vejación ni humillación por nadie y en el momento en que detecten algo que no es lo correcto que salgan corriendo lo más pronto posible. El resto debemos ayudar en todo lo posible para que una persona que vuelve a ser libre no tenga ningún tipo de obstáculo, pero ese paso, lamentablemente no necesita de ayuda, el primer paso lo tiene que dar como CArla, el resto de las mujeres que estén en su misma situación.
Por nuestra parte sólo nos queda ayudar en todo lo posible para que no se sienta sola, y no cometer esas humillaciones a las mujeres que tenemos a nuestro alrededor.
Lamentablemente, en este siglo en el que estamos aún hay mucha gente joven con la misma actitud que el "él" de la cArla. Me sorprende ver como un personaje cerca en mi familia política actúa, no de la misma manera, pero la ayuda hacia su mujer, sus hijos, su casa era totalmente nula. Por suerte "ella" tuvo los santos cojones de separarse, eso sí, dos años después de sufrimiento y aunque su tarea diaria es dura y monoparental, al fin y al cabo es la misma que tenía entonces pero con la diferencia de que no tiene que aguantar al semental preshistórico de turno actualmente.
Las mujeres son libres y las qeu estan casadas están ligadas a su nueva familia de igual forma que lo está su marido, con todas las consecuencias repartidas equitativamente.
Particularmente, limpio, hago de comer, me encargo de mis hijos y, como no, intento escaquearme a veces de mis obligaciones, pero siempre con respeto e igualdad hacia mi pareja.
Pd.: Bonito relato J.Antonio!!
Muchas gracias Jotapé, interesante aportación, la verdad es que tienes mucha razón. Un saludo!!
ResponderEliminarChaval, yo siempre tengo razón! jajaja es brooma.. bueno, un poco , jajaja...
ResponderEliminarTu relato es muy wapo, ya te lo dije pero, lamentablemente, sigue siendo todo así. En este aspecto, estoy un poco cansado de ver como hay gente que tiene los santos cojones (y perdona por la expresión) de continuar manteniendo la prehistoria machista e incluso la escasez de la paterno-filial (la que más toca la fibra). Sin ir más lejos, hoy he tenido que escuchar otra aberración más contra la mujer.... en fin, que la historia continua. Sólo lanzo al aire una petición y es que todos seamos conscientes de que todos somos personas con sentimientos y a veces la casa y los niños no van solos.. hay alguien que mueve los hilos y ese alguien, está a tu lado mientras tú te tocas los co..nes... He dicho!!
muy divertido!!
ResponderEliminarhombre, precisamente divertido no es...
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