Siempre he odiado con todas mis fuerzas que me cuenten el final de una película sin que yo la haya visto, es una sensación de impotencia y frustración difícil de explicar. Esto sucede hasta con películas que sé con certeza que no me van a gustar nada y que reconozco que no voy a ver en mi vida, pero por si acaso que no me la cuenten…
A su vez tampoco me gusta que me destripen demasiado el argumento ni que me den muchos detalles de la trama. Es inevitable leer una reseña de la sinopsis para saber si la película puede ser de tu agrado o no, pero solamente lo imprescindible.
Pienso que las cosas hay que vivirlas en primera persona, el factor sorpresa no es tal si ya sabes lo que va a suceder, el conocer de antemano el desenlace de las cosas te puede arrebatar ese pequeño susto, esa sonrisa o esa lágrima…
Hay películas, como la primera de Torrente, que he llegado a ver sabiéndome uno por uno todos los chistes y diálogos. Y si la poca gracia que puede llegar a tener esa película es precisamente eso, ¿de qué te sirve verla?.
De acuerdo que en “Titanic” sabíamos de antemano que el barco se hundía, pero claro, esa película tenía detrás a James Cameron, Leonardo Di Caprio, unos efectos especiales espectaculares y una barbaridad de presupuesto.
También me pasa esto con las series, agradezco que me recuerden el capítulo anterior, (pues mi memoria no da para más) pero no soporto que me hagan un adelanto del próximo, parece que se ha puesto de moda el hacer auténticos resúmenes del siguiente episodio, que a veces terminan descubriéndote las verdaderas claves. Tendríais que verme a veces, tapándome los oídos, cerrando los ojos o marchándome despavorido del salón para no ver ni un segundo del maldito “adelanto”...
Pues bien, algo similar me ha ocurrido con la última película que he visto, “La Cara Oculta”. Es el claro ejemplo de cómo una campaña de promoción se puede llegar a cargar la propia película.
Es inexplicable como intentando favorecer y promocionar un producto para conseguir enganchar al público, lleguen casi a lograr el efecto contrario.
Y es que durante el periodo de promoción de “La Cara Oculta”, los actores se fueron paseando por los platós de televisión destripando sin piedad la historia entera, sobre todo la clave principal y eje central de la película. Desde luego no podemos echar la culpa de esto a los actores, pues ellos cuentan lo que les dejan; y más si echamos un vistazo al tráiler (por favor, no lo hagáis si queréis disfrutar de la película), en el que solo falta ya que te digan el final directamente, es verdaderamente escandaloso. ¿A qué lumbreras se le habrá ocurrido la genialidad de contar la película en 2 minutos? Para eso que hagan un corto, ¿no?
Obviando todo esto, e imaginando por un momento que llegué “virgen” a la película, a ésta le daré un Notable.
La historia (sin destripar) es curiosa, tiene suspense y merece la pena, aunque las actuaciones son, para mí, el punto más flojo de la película (ni Quim Gutiérrez ni Clara Lago, que vuelven a coincidir tras “Primos”, me convencen) y es que sigo sin terminar de ver a los actores españoles fuera de la típica comedieta o del dramón de guerra civil.
Con los premios Goya todavía en nuestra memoria, a mí me parece que esta película no tiene nada que envidiarle a cualquiera de las premiadas. Claro, que quizás sea porque toca mi género favorito, el suspense…
Por cierto os recuerdo que tenemos un grupo de Facebook llamado "HABLEMOS DE CINE" en el que podéis participar todos aquellos que os guste el cine y queráis compartir cualquier cosa sobre el séptimo arte.
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