Llevábamos gran cantidad de tiempo debatiendo sobre el posible desenlace del Balón de Oro y por fin llegó el día. El caso es que por unas causas o por otras en España se nos sigue resistiendo este galardón, convirtiéndose ello en una empresa casi imposible independientemente de los méritos acumulados. Por un momento ha vuelto a rondar ese fantasma de la tan recurrida "mala suerte" del fútbol español, si atendemos a los merecimientos de tres de nuestros cuatro nominados (Xavi, Iniesta y Del Bosque) y además le sumamos el histórico criterio constante a la hora de la concesión de este trofeo de premiar en año de Mundial a un miembro de la selección ganadora. Y como no podía ser de otra forma, este año cambió dicho criterio.
El Balón de Oro lo ha conquistado Messi, objetivamente con todo merecimiento, ya que hoy por hoy es indiscutible que se trata del mejor jugador que existe en el mundo, y el premio al mejor entrenador ha recaído en José Mourinho al que nadie le puede negar su valía como entrenador y más después de los enormes éxitos conseguidos el año que recientemente hemos abandonado.
Aunque para mí este resultado ha constituido emocionalmente una gran decepción. Mi apuesta, como la de otros muchos, era por la pareja Iniesta-Del Bosque. Puede que fuera una apuesta más sentimental que reflexiva, un anhelo más que una convicción.
Aunque para mí este resultado ha constituido emocionalmente una gran decepción. Mi apuesta, como la de otros muchos, era por la pareja Iniesta-Del Bosque. Puede que fuera una apuesta más sentimental que reflexiva, un anhelo más que una convicción.
A mi juicio el binomio Iniesta-Del Bosque mereció mejor suerte a parte de por sus cuantiosos méritos deportivos, por representar una serie de valores importantísimos y verdaderamente necesarios para un fenómeno social de tal magnitud y repercusión a todos los niveles como es el fútbol. Ambos se han convertido en estandartes de el buen hacer y de la consecución de objetivos por medio de esos valores en los que se debería sustentar cualquier comportamiento humano: la humildad, la sencillez, la modestia y la nobleza frente a los aspavientos, la arrogancia, la altanería, el egocentrismo y la frivolidad que inundan en la actualidad nuestro deporte rey y la sociedad en general.
Del Bosque ha sabido gestionar con exquisita delicadeza todas las situaciones por muy difíciles que se le presentaran, parafraseando al "Lobo" Carrasco, al seleccionador español en las ruedas de prensa le tiraban dardos y él devolvía flores, además ha demostrado como nadie un comportamiento impecable en la victoria, pues continúo pensando que es más difícil saber ganar que saber perder.
Y qué decir de Iniesta, el hombre tranquilo, el vecino de al lado, la persona que tras marcar el gol más importante en la historia del fútbol español y convertir el sueño de millones de personas en realidad, justo en los instantes más importantes de su vida, se acuerda de su amigo Jarque fallecido unas fechas atrás...
De la misma manera no quisiera olvidarme de otro de los nominados, Xavi Hernández, quizás el futbolista que ha realizado el año más completo de los tres aspirantes. Estos últimos días había declarado que consideraba injusto conceder un premio individual en un deporte colectivo, frase verdaderamente afortunada pronunciada por un jugador que es precisamente la personificación de la colectividad por su estilo de juego, él hace mejores a sus compañeros, ni Messi, ni Iniesta serían tan buenos sin Xavi a su lado.
Así es este deporte, en el fútbol, como en la vida y al contrario que en las películas, no siempre ganan los "buenos".
Después de todas estas reflexiones me quedo con el consuelo de que al menos no se ha llevado el Balón de Oro Cristiano Ronaldo y con la pena de que Messi no sea español...
Después de todas estas reflexiones me quedo con el consuelo de que al menos no se ha llevado el Balón de Oro Cristiano Ronaldo y con la pena de que Messi no sea español...
En el caso del balon de oro, este año era imposible que ganara uno malo... Aunque me hubiese gustado mas que lo ganara Xavi, que también se lo merecía...
ResponderEliminarClaro, si a Messi no se le puede reprochar nada pues es el mejor jugador del mundo, pero en este caso nos quedamos con la espinita clavada (como muchas otras veces).
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