AMOR DE QUITA Y PON

CRONOLOGÍA DE LOS HECHOS

El 15 de abril de 2010 el frío y calculador "pensador compulsivo", incapaz antaño de mostrar algún sentimiento y en un alarde de romanticismo sin precedentes, nos brinda una pequeña joya literaria en forma de breve relato de amor entre dos jóvenes, como introducción a un post en el que se hace eco de una nueva tendencia que se estaba implantando en su ciudad natal: "la moda de los candados del amor". Murcia se sumaba así a la ya larga lista de ciudades que se apuntaban al ritual de moda  surgido del libro del escritor italiano, Federico Moccia, "Tengo ganas de ti ".

En enero de 2011, la concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Murcia, ordena retirar los candados del mítico "Puente Viejo" de la ciudad alegando cuestiones estéticas y daños en la estructura, afirmando a su vez categóricamente que "éste no es lugar para que los enamorados plasmen su amor".

Mientras, el pensador compulsivo, aturdido por el verdadero "jarro de agua fría" que supuso esta noticia, meditaba seriamente hacer alguna modificación en su entrada.

El 13 de junio de 2011, el "culpable" de esta situación, Federico Moccia, acude a Murcia para promocionar su nueva obra, siendo recibido por el Alcalde de la ciudad quien no duda ni un instante en colocar junto al escritor italiano un candado con la inscripción "Murcia quiere a Moccia" en el Puente Viejo y cumpliendo con la tradición se colocan de espaldas y arrojan la llave al río.

El pensador no sale de su asombro.

Ese mismo día, la concejala de Medio Ambiente, sorprendentemente declara que está permitido poner candados en el puente y que sólo se quitaron porque había "muchos".

Nuestro pensador ya no entiende nada, aunque recibe con agrado esta noticia ya que no sólo no hará ninguna modificación en su entrada antigua, si no que este curioso "cambio de planes" le valdrá para una nueva.

POSIBLES INTERPRETACIONES

Siguiendo con esta tradición, ¿le acabarán poniendo un candado en la boca a la concejala de Medio Ambiente?.

¿Los últimos candados puestos son de un material menos pesado y más estético?

¿Tienen Moccia y el alcalde un negocio de candados a medias?. ¿O hay algo más entre ellos....?

¿Dónde están las llaves matarile, rile, rile?.

Y lo más importante: ¿se nos está ablandando demasiado nuestro pensador compulsivo?. ¿Qué será lo próximo?, ¿pasarse a la cerveza sin alcohol?, ¿escribir sobre deportes como el esgrima?, o lo que es peor ¿comenzará a leer novelas de Federico Moccia?...